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Si como intuitivamente, ¿Voy a querer comer cosas dulce todo el día?

Es común escuchar el miedo que da cuando se habla de alimentación intuitiva. “Es que si yo como así, comería cosas dulces todo el día” Lo que sucede, es que para las personas que han pasado gran parte de su vida a dieta, llevan años privándose y teniendo una alimentación que los hace sentirse restringidos de lo que les gusta, generamos esta dualidad de los alimentos buenos y malos, permitidos o no permitidos. Que efectivamente genera una relación ambivalente y de culpa con la comida, o peor aún no permitiéndonos sentir goce y placer a la hora de comer. Entonces ahora cuando escuchas la palabra alimentación intuitiva, claro que lo puedes encontrar absurdo y hasta ridículo.

Alimentación intuitiva es darle más espacio a tu cuerpo, es permitirnos comer distinto de acuerdo a nuestras necesidades, antojos y gusto. Es validar que no sólo desde el estómago comemos, sino también desde la mente, lo social, o la nostalgia. Todas igual de válidas, pero si seguimos negando toda esas partes, claro que después salen con furia toda esas emociones, y queremos o no, lo que negamos y reprimimos se refuerza.

Las dietas por su naturaleza restrictiva, imponen una mentalidad del todo o nada. Romper las reglas de una dieta, si vivimos desconectados de nuestras necesidades, nos llevan al exceso sin disfrute y con culpa.

Aquí dejo algunos consejos para ir resignificando tu alimentación y la intención que le pones al acto de comer:

  1. Haz una lista de todos los alimentos que te gustan y que no comes porque te privas de ellos.
  2. Intenta ir introduciendo esos alimentos, en la cantidad que no sientas culpa y permítete realmente sentirlo y disfrutarlo, evitando comer en grandes volúmenes.
  3. Comienza a conectar con tu cuerpo, a sentir tu nivel de saciedad antes, durante y después de comer. Muchas veces somos muy inconscientes e invalidamos lo que nos dice el estómago solo por escuchar lo que nos dice la mente. (Ej: Voy a tomar desayuno, porque es la hora del desayuno o me voy a comer todo lo que esta en el plato).
  4. Cocina tu comida favorita con plena consciencia; elige sus componentes, ponle cariño y dedicación a su preparación, has que su presentación sea atractiva y cómelo con plena atención, sintiendo sus sabores, texturas y aromas.
  5. Deja de comer cuando sientas saciedad, no cuando el plato este vacío.
  6. Paralelamente elige alimentos que te gusten y a su vez honren tu salud.

 

Por la Nutricionista y Health Coach Camila Quevedo