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¿Por qué hincharse nunca fue normal?

Es muy común escuchar la frase… “Vivo hinchada/o”. Hay pacientes que viven llenas/os de gases o con algún síntoma gastrointestinal. Lo viven tan normal, como parte del funcionamiento de su cuerpo, y en algunos casos es un síntoma limitante. Incomodidad, estar constantemente pendiente de los alimentos que pueden o no comer, gases o no poder estar cómoda en unos pantalones. Existiendo la errada creencia popular que hincharse es normal. La hinchazón crónica no es normal, y habla de muchas más alteraciones que sólo gases.

Hay diferencias en lo que podría ser esperable y otras situaciones en la que existe una base que hay que ir a sanar para poder gozar de salud. Detrás de esa hinchazón existe una mala absorción, una inadecuada síntesis de vitaminas, macronutrientes y neurotransmisores. Es muy diferente no tener la costumbre de comer legumbres o avena, comerlas e hincharse a despertar la gran mayoría de las mañanas inflado o bien comer cualquier alimento y que este genere hinchazón y gases.

Una flora intestinal sana, digiere perfectamente la fibra sin generar molestias, ni hinchazón ni gases. ¿Y porqué no es un tema tan simple?, porque la flora intestinal es la base de importantes sistemas; rol en nuestro sistema inmune. Nuestro intestino es una de las primeras barreras de virus y bacterias, desencadenando una cascada inflamatoria para defendernos y la formación de células inmunes. Se produce la síntesis de importantes biomoléculas indispensables para nuestra salud mental; serotonina y dopamina. A partir de las bacterias que habitan en él se producen vitamina k y ácidos grasos de cadena corta, siendo estos mismos nutrientes para la barrera intestinal.

¿Cómo podríamos mejorar este síntoma? ¡Modificando nuestra flora intestinal! Priorizando el crecimiento de bacterias beneficiosas. Para ello, hay una seria de acciones que todos/as podemos hacer y funcionan, sin embargo, hay casos en que es necesario hacerlo de la ayuda de una especialista.

Les dejo algunos consejos si te estas viviendo la vida hinchada/o:
– Disminuir azúcares y endulzantes.
– Realizar actividad física diaria. El ejercicio favorece la red de comunicación de los microorganismos.
– Hacer un ayuno de mínimo 12 hrs.
– Priorizar fibra procedente de; verduras, raíces y tubérculos.
– Disminuir la lactosa y gluten (simplemente para bajar la inflamación).
– Consultar con un especialista para evaluar que cepa de bacterias (Probióticos) es importante consumir.

 

Por la Nutricionista y Health Coach Camila Quevedo