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El placer de comer media galleta

La alimentación es un acto muy complejo, que necesitamos a diario, nos mantiene vivos, nos causa
placer y a veces rechazo. El hambre y las ganas de comer se activan no solo cuando nos cruje el
estómago, sino también cuando vemos frente a nuestros ojos algo visualmente atractivo, cuando
escuchamos un crunch irresistible, al oler un aroma delicioso o cuando alguien nos describe una
receta que tiene los ingredientes que más nos gustan podemos, de manera instantánea comenzar a
salivar.
Por lo tanto, no solo comemos por un hambre fisiológica y tampoco solo te sientes saciado
mascando y tragando alimentos. Entendiendo todo lo anterior podemos utilizar esto a nuestro favor,
más aún en estas fechas de muchas celebraciones y juntas que van junto a comidas.

Comienza a integrar todos tus sentidos, no solo consciencia en el gusto; sino la visión, audición, tacto,
olfato, y otro sentido muy importante; la interocepción; lo que sentimos en el cuerpo cuando le
entregamos algo o vivimos una experiencia. De esta manera saciaremos no solo el estómago sino el
universo de sentidos que tenemos para percibir y sentir la experiencia. Estando atentos, integrar
todos nuestros sentidos, involucrando el entorno al momento de comer, el placer de comer no será
medido en cantidades sino en la experiencia de sentir con todo el cuerpo a la vez!

 

Por la Nutricionista Camila Quevedo